Nuestros residuos, la basura que cada día tiramos al contenedor, las aguas de alcantarillado de pueblos y ciudades y los desechos agrícolas, ganaderos o de industrias, pueden reciclarse para obtener un combustible de alto valor.

Podemos obtenerlo a través de un proceso llamado digestión anaeróbica a traves de un biodigestor, en el cual se descomponen estos residuos en ausencia de oxígeno, desprendiendo biogás y un subproducto restante, el digestato, que puede ser empleado, por ejemplo, como abono como mejorador de suelo. Así se reduce el impacto medioambiental.

El biogás es un combustible alternativo y menos contaminante. Esta formado principalmente por metano y CO2, aunque también contiene otros compuestos.

Para conseguir una energía homogénea que no presente problemas en su utilización, el biogás se somete a un proceso de purificación denominado “biogas upgrading” En él se limpia el biogás para adaptarlo a las condiciones de uso adecuadas.